Las plantas psicoactivas y sus efectos
Danilo Antón
Los contenidos necesarios para que estas sustancias
tengan efectos apreciables son variables. Se necesitan unos 500 mg
de mescalina o 0.1 mg de LSD para desencadenar procesos de
psicoactividad en un individuo adulto. La psilocibina actúa a los
20-30 minutos de ingerida y su efecto dura unas 5 a 6 horas. La
mescalina comienza a tener resultado a las dos o tres horas, pero su
influencia dura más de 12.
Con el tiempo, y luego de su consumo repetido, los
individuos desarrollan una cierta tolerancia fisiológica para la
mayoría de las sustancias psicoactivas.
En un marco ambiental y social apropiado, la persona que
se somete a la experiencia psicoactiva puede sentirse inundada con
experiencias visuales y auditivas, la luz y los sonidos se perciben
intensificados, los colores se ven vivos y brillantes, las imágenes
son numerosas y persistentes, los detalles agudos y la percepción
del espacio se acentúa. Al mismo tiempo, se produce un cambio en los
sentimientos y en la conciencia, se funden el objeto y el sujeto, se
tiene la sensación de flotar, la persona puede sentirse vacía o en
comunión con el universo.
Todas estas sensaciones varían de acuerdo al tipo de
sustancia, dosis, personalidad del individuo receptor y contexto en
que ocurre la experiencia.
Cuando la administración o ingestión del compuesto se
hace en condiciones inapropiadas, o en dosis excesivas, los efectos
pueden ser negativos, y en casos extremos, letales.
De todas maneras, estas características no son únicas
de las plantas psicoactivas. Todas las sustancias naturales pueden
causar daños en la salud e incluso la muerte cuando se las consume
inadecuadamente.
Comunicación entre ciertas plantas especiales y los seres humanos
Algunas
plantas con propiedades psicoactivas, tal vez todas, son capaces de
comunicarse de alguna forma con los seres humanos que se ponen en
contacto con ellas, ya sea ingiriéndolas, masticándolas o
fumándolas. Las experiencias obtenidas parecen ser el resultado de
algún tipo de intercambio. Es difícil saber si se trata de un
mensaje real que proviene de la planta, ya sea químico o
electromagnético, si es simplemente una reacción del individuo que
experimenta la visión, o si se producen ambas cosas a la vez.
Para el paradigma científico oficial, las alucinaciones
no son más que eso, alucinaciones. Para los chamanes del pasado y
del presente son mensajes que provienen de las plantas. De acuerdo a
ellos, las plantas son las "Maestras"; en ellas están contenidos el
conocimiento, la sabiduría, las esencias del pasado y las verdades
del futuro.
Del libro "Pueblos, Drogas y Serpientes", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones
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