Prólogo del libro "Pueblos, Drogas y Serpientes"
Danilo Antón
Prólogo
El mundo contemporáneo ha creado sus propios sistemas ideológicos más o menos dogmáticos que se dan por verdaderos, y por tanto, según las normas culturales vigentes, no merecen dudas. Algunos fueron desarrollados y son promovidos y defendidos por los sectores académicos y científicos, y otros por las élites políticas y religiosas de los países centrales.
El alcance global de las comunicaciones ha difundido estos puntos de vista propiciando una convicción generalizada acerca de su validez prácticamente absoluta e inapelable.
La base filosófica del sistema es una visión reduccionista y evolutiva del universo, de la vida y de la cultura humana, en gran medida engendrada por el establecimiento y expansión de la revolución industrial a partir de los siglos XVIII y XIX.
Por otra parte, en este período, se mantuvieron incólumes muchos aspectos de las sociedades patriarcales de dominación, que imperaron a nivel histórico desde hace ya varios milenios.
El resultado combinado de ambos sistemas de ideas y valores ha dado lugar a enfoques desarticulados de la naturaleza, incluyendo la creencia de que los seres humanos pueden subsistir independientemente del planeta en que habitan y de los ecosistemas que los rodean.
Tal vez no sea tan importante saber cuán verdaderas o inadecuadas son estas perspectivas, sino más bien cuales son las consecuencias de su imposición generalizada a todos los niveles de la educación y la comunicación de masas. Esta adoctrinación se lleva a cabo muchas veces en un marco intolerante y autoritario, acompañado de la censura directa o indirecta de las opiniones discrepantes.
Este ensayo tiene como fin sobre todo poner en tela de juicio las certidumbres absolutas que tanto nos afligen, sembrando dudas razonables y constructivas que permitan repensar las creencias y comportamientos sociales en aras de una inserción más sostenible de los seres humanos en el mundo natural.
El alcance global de las comunicaciones ha difundido estos puntos de vista propiciando una convicción generalizada acerca de su validez prácticamente absoluta e inapelable.
La base filosófica del sistema es una visión reduccionista y evolutiva del universo, de la vida y de la cultura humana, en gran medida engendrada por el establecimiento y expansión de la revolución industrial a partir de los siglos XVIII y XIX.
Por otra parte, en este período, se mantuvieron incólumes muchos aspectos de las sociedades patriarcales de dominación, que imperaron a nivel histórico desde hace ya varios milenios.
El resultado combinado de ambos sistemas de ideas y valores ha dado lugar a enfoques desarticulados de la naturaleza, incluyendo la creencia de que los seres humanos pueden subsistir independientemente del planeta en que habitan y de los ecosistemas que los rodean.
Tal vez no sea tan importante saber cuán verdaderas o inadecuadas son estas perspectivas, sino más bien cuales son las consecuencias de su imposición generalizada a todos los niveles de la educación y la comunicación de masas. Esta adoctrinación se lleva a cabo muchas veces en un marco intolerante y autoritario, acompañado de la censura directa o indirecta de las opiniones discrepantes.
Este ensayo tiene como fin sobre todo poner en tela de juicio las certidumbres absolutas que tanto nos afligen, sembrando dudas razonables y constructivas que permitan repensar las creencias y comportamientos sociales en aras de una inserción más sostenible de los seres humanos en el mundo natural.
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