La vida es información
La vida se basa en las moléculas del ADN y del ARN. En el ADN están contenidas las “instrucciones” para el desarrollo de las actividades metabólicas vitales y la reproducción de los organismos y el ARN actúa en general como mensajero de dichas instrucciones para la síntesis de las proteinas y otras funciones. Estas moléculas presentan una flexibilidad informacional que permite reproducirse superando en cada nueva generación los inconvenientes funcionales de las generaciones pasadas: una propiedad que podemos llamar "adaptabilidad".
El ADN es una molécula muy larga, que se enrolla en el interior de los microorganismos y núcleos celulares. Su dimensión longitudinal es cientos de miles de veces mayor que la transversal. La longitud del ADN de cada célula humana es de 2 metros. Si se sumara la longitud del ADN de todas las células de una sola persona (1013) se podría rodear la circunferencia terrestre 500,000 veces. El genoma humano contiene 3,400 millones de bytes de información, por lo que se puede estimar la información genética de todas las células de un solo individuo de la especie en más de 1024.
Los demás organismos complejos poseen masas de información análogas. Incluso las especies más simples, como las bacterias, tienen varios millones de bytes en su código genético. Estas cifras permiten aquilatar el inconmensurable volumen de información contenido en los entes vivos. En un cm3 de agua suelen pulular de miles de organismos (por ejemplo protozoarios, bacterias, virus) con varios millones de bytes de información cada uno. En una sola gota de agua, por lo tanto, hay millones de unidades de información. Si pensamos en el volumen total de agua que existe en la superficie del planeta (superior a los 2,000 millones de kilómetros cúbicos) podremos vislumbrar la apabullante cantidad de información que está contenida en la hidrosfera terrestre. Por esa razón, a la afirmación anterior de que “el agua es vida”, podemos agregar que “la vida es información”, y que por lo tanto, “el agua es información”.
Los demás organismos complejos poseen masas de información análogas. Incluso las especies más simples, como las bacterias, tienen varios millones de bytes en su código genético. Estas cifras permiten aquilatar el inconmensurable volumen de información contenido en los entes vivos. En un cm3 de agua suelen pulular de miles de organismos (por ejemplo protozoarios, bacterias, virus) con varios millones de bytes de información cada uno. En una sola gota de agua, por lo tanto, hay millones de unidades de información. Si pensamos en el volumen total de agua que existe en la superficie del planeta (superior a los 2,000 millones de kilómetros cúbicos) podremos vislumbrar la apabullante cantidad de información que está contenida en la hidrosfera terrestre. Por esa razón, a la afirmación anterior de que “el agua es vida”, podemos agregar que “la vida es información”, y que por lo tanto, “el agua es información”.
De "Sequía en un Mundo de Agua", D.Antón, Piriguazú Ediciones
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