martes, 7 de abril de 2020

Los árabes que viven en Israel son ciudadanos de segunda clase

Los ciudadanos árabes de Israel son los ciudadanos israelíes que tienen origen árabe. 
Se les considera árabes debido a su cultura, lengua y autoidentificación. Además la propia legislación israelí los considera "árabes". Según la ley israelí están definidos legalmente como árabes y por esa razón tienen muchos de sus derechos cercenados. 
La mayor parte de los ciudadanos árabes de Israel se identifican como palestinos y autodenominándose "ciudadanos palestinos de Israel" o "palestinos israelíes".
Según una encuesta de 2017, la proporción más grande y de mayor crecimiento prefiere "palestino en Israel" o incluso árabe palestino rechazando por completo la identidad "israelí". Solo el 16% de la población árabe prefiere el término "árabe israelí. El idioma de la mayoría de los ciudadanos árabes es el dialecto árabe levantino, incluido el árabe libanés en el norte, el árabe palestino en el centro del país y los dialectos beduinos en el desierto del Néguev. el número de árabes palestinos ha asimilado un poco de vocabulario hebreo y la mayoría de los ciudadanos árabes de Israel son funcionalmente bilingües, su segundo idioma es el hebreo moderno. La mayoría de los ciudadanos árabes son sunitas musulmanes, sin embargo, hay una importante minoría árabe-árabe de varias denominaciones (aproximadamente 200,000) y druzes (que son hablantes de árabe) cuya población total es de alrededor de 150,000.
Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, la población árabe en 2013 se estimó en 1,658,000, lo que representa el 21% de la población del país. Actualmente esta grupo demográfico se estima en 1,800,000 en Israel,  pero (además de los 4 millones que viven en la Ribera Occidental y Gaza)  hay 2 millones en Jordania, 300,000 Líbano, 200,000 Siria, llevando la cifrra total a 9 millones de personas.
Esto muestra la dificultad de eliminar al pueblo palestino de la geografía y de la historia. Agregamos que esta situación en la mayor parte de los casos en vez de debilitar la identidad palestina la ha fortalecido.
Los ciudadanos árabes de Israel viven en las ciudades más pobres
Los ciudadanos árabes de Israel viven en su mayoría en pueblos y ciudades de mayoría árabe; con ocho de las diez ciudades más pobres de Israel siendo árabes. La gran mayoría asiste a escuelas separadas para judíos israelíes y los partidos políticos árabes nunca se han unido a una coalición gubernamental.
A los árabes que viven en Jerusalén oriental y a los drusos en los Altos del Golán, ocupados por Israel en el Día de los Seis Días de 1967 y posteriormente anexados, se les ofreció la ciudadanía israelí, pero la mayoría se negó, sin querer reconocer el reclamo de soberanía de Israel. Se convirtieron en residentes permanentes en su lugar.
Muchos ciudadanos árabes de Israel tienen lazos familiares con los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza. así como a los refugiados palestinos en Jordania, Siria y el Líbano. (Hoy hay alrededor de 3,00,000 refugiados palestinos en estos tres países).
Sus derechos están severamente limitados, tanto política como culturalmente. Son una minoría no judía y, como tales, son discriminados en la mayoría de los aspectos de la vida. A menudo se les trata de la misma manera que a los palestinos de Cisjordania, con quienes tienden a identificarse.
Para los palestinos de Cisjordania y Gaza, la situación es mucho peor. Carecen del derecho a moverse libremente dentro de las diferentes áreas del país, el trabajo y el estudio también están muy restringidos, y su tierra se reduce constantemente en tamaño debido al establecimiento de nuevas "colonias" judías.
En resumen, hay 6.5 millones de árabes (en su mayoría autoidentificados como palestinos) en Israel-Palestina con un importante crecimiento de la población.
Es difícil imaginar cómo este desequilibrio demográfico y político puede continuar en el futuro. El conflicto palestino-israelí solo se volverá más crítico con el tiempo.
La globalización y el fácil acceso a la información harán que sea más difícil reprimir y aislar del mundo exterior a casi siete millones de personas que ven constantemente conculcados sus derechos y que no cesarán de luchar por su libertad política, territorial y cultural.
Se puede imaginar que este apartheid contemporáneo que están soportando los palestinos en Israel desde el punto de vista cultural, lingüístico e identitario no habrá de durar para siempre y solo se puede esperar que el desenlace no traiga más sufrimientos a esta sufrida nación.

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