domingo, 5 de abril de 2020

Contestación a las críticas fanáticas a José Mujica (ex-presidente de Uruguay) y explicación porque yo (D.A.) opino lo que opino sobre varios temas económicos de la producción rural e industrial
Las personas son el resultado de sus circunstancias y sus opciones. 
El Pepe Mujica, como otras personas que participaron en la década del 1960 y 1970 tuvieron sus experiencias y cuando pudieron eligieron sus opciones. Algunos arriesgaron sus vidas en caminos que pensaron les llevarían a cambiar la sociedad haciéndola más justa. 
Otros se fueron (nos fuimos) del país (por necesidad u opción) y tuvimos nuestras propias experiencias. 
En base a esas experiencias cada uno fue consolidando formas de pensar que (en todos los casos) van cambiando de acuerdo a lo que cada persona va conociendo, experimentando y sintiendo. 
En lo personal, yo creo que Mujica ha sido coherente con lo que piensa en cada momento, ha propuesto cosas que le parecían bien, a veces tuvo éxito, pero otras veces no supo o no pudo llevarlas a la práctica. No creo que haya tenido interés de enriquecerse desmedidamente como tantos otros. Basta ver como es su vida cotidiana para comprender que esto es así.
En cuanto a su complicidad con el gran capital, que señalan algunos contrarios, no lo veo así. Hay que comprender que en lo inmediato un pequeño país no tiene recursos como para largarse por su cuenta en muchas cosas sin perjudicar a mucha gente.
A veces plantear oposición extrema a procesos que exceden la posibilidad de manejarlos a nivel local, puede llevar a resultados opuestos. 
Nuestra historia nos dice que el Uruguay cambió un sistema relativamente natural cuando lo poblaban pueblos nativos por la explotación de animales domésticos europeos (el ganado) llevando a la modificación de montes y praderas y a la eliminación de gran parte de la fauna autóctona. Fue un modelo basado en la exportación y la apropiación de la tierra por unos pocos grandes latifundistas que explotaban masivamente a sus peones y trabajadores. 
Muchos años más tarde aparece un modelo agrícola en donde, en parte del territorio se plantaron (se plantan) gramíneas (trigo, avena, cebada, etc), leguminosas (sobre todo la soja, etc)  y otros cultivos, provocando erosión de suelos, sedimentación en los ríos y contaminación con insecticidas (y en menor medida fertilizantes). Gradualmente este modelo agrícola dio lugar a la concentración de la propiedad y se desarrollaron cultivos industriales de grandes áreas también dando lugar a una concentración (y extranjerización) de la propiedad de la tierra.
Algunos años más tarde, en otra parte del territorio, se plantaron árboles exóticos (eucaliptos y pinos) que requerían, en general, fuertes inversiones (el estado apoyó este proceso con la ley forestal) y una parte fue realizada por empresas internacionales (aunque organismos privados nacionales también invirtieron, como las Cajas Bancaria y Notarial). 
La exportación de la madera producida sin industrializar fue perdiendo competitividad y aparece la opción industrial del chipeado o la producción de celulosa. Esta última obviamente tiene que ser realizada por empresas especializadas, (que son todas extranjeras) y allí aparecieron Ence (española), Stora Enso (sueco-finlandesa), Arauco (chilena) y Botnia (finlandesa), 
Haciendo corta la historia digamos que el modelo forestal-celulósico se impuso en unas 1.2 millones hectáreas (generalmente arenosas, no aptas para la agricultura de cereales, y sierras no rocosas, en la mayor parte de los casos áreas de explotación ganadera).
Este cambio de uso llevó a modificaciones a nivel de los suelos y del paisaje.
Aquí doy una lista, según mi opinión del efecto de las plantaciones sobre el medio ambiente y los suelos:
1)   Los árboles disminuyen el escurrimiento instantáneo de las lluvias, también disminuyendo la erosión de los suelos y la intensidad de las inundaciones en las cuencas bajas.
2)    Las plantaciones aumentan la evaporación y la infiltración
3)     Modifica la estructura de los suelos
4)     Consumen nutrientes existentes en el suelo (igual que sucede con todos los cultivos) y comienza a requerirse fertilización.
5)     Se utilizan insecticidas y otros pesticidas para permitir que crezcan los plantines, igual que con otros cultivos.
6)     Cambia el tipo de trabajo rural requerido (los peones ganaderos son sustituidos por personas que manejan máquinas para el talado de árboles, etc)
7)     Cambia el tipo de trabajo industrial (en vez de frigoríficos aparecen plantas de chipeado en primer lugar o de producción de celulosa en segundo lugar).
8)     El país que era agro-ganadero exportador dependiendo de trusts intermediarios de exportación (como Bunge y Born) ahora depende (en lo que a políticas forestales e industriales derivadas) de capitales finlandeses y chileno-sueco-finlandeses.
9)    Para estimular esta inversión industrial (vieja política de todos los partidos políticos que gobernaron) se acudió a la instalación de zonas francas y exención parcial de impuestos.
10) Las plantas productoras de celulosa en Europa y Norteamérica eran altamente contaminantes, y con el tiempo debieron modificar sus procesos para mejorar la calidad de sus efluentes. Cosa que se hizo, por ejemplo, en Finlandia. Actualmente su efecto de polución es mínimo. En Uruguay se instalaron dos plantas y no se experimentaron episodios de contaminación acuática (la toma de agua de FBentos está a unos cientos de metros del efluente de UPM sin efectos perjudiciales visibles).
11) Las plantas de celulosa producen energía que se incorpora a la red eléctrica y son fuente de trabajo en la planta propiamente dicha y sus servicios adyacentes (gente que trabaja en las plantaciones, camioneros, talleres, etc).
12) La ganaderia y la agricultura siguen existiendo porque solo se ocupa 8% del territorio para plantaciones forestales.
13) La explotación de plantaciones y plantas industriales llevó a la extranjerización de la tierra en las zonas forestales.
14) No olvidar que la explotación ganadera está mayormente en manos de capitales brasileños  (frigoríficos, feedlots, etc)
15) También la influencia de inversiones extranjeras en los cultivos agrícolas industriales es muy importante (Sartori es un ejemplo)
16)  Por lo tanto, echarle la culpa al Pepe Mujica de este proceso que en general excede las posibilidades de las decisiones de los gobiernos me parece, por lo menos excesivo.
17) Acá no hay culpas, hay realidades, y la oposición fanática solo lleva a la inacción. Más bien buscar la forma de manejar los efectos de la globalización para que no afecte negativamente la vida de la gente. Y no es fácil. El futuro dirá cuales decisiones fueron positivas y favorables y cuales no lo fueron.
18) Otro tema: a medida que fuí conociendo datos y teniendo experiencias concretas en el interior productivo del Uruguay donde asesoré intendencias durante 17 años fui cambiando mi opinión en muchas cosas y trato de no ser condenatorio de la gente que sé que ha actuado honestamente. 
Es el caso del Pepe, que se pudo haber equivocado y ser desprolijo en su gestión como presidente, pero ni yo ni la mayoría de la gente piensa (tanto a nivel nacional como internacional) que el fin de sus decisiones fue enriquecerse. 
Pienso que solamente se enriqueció en sabiduría.
La admiración de millones en todo el mundo lo demuestra,

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