N Chandra Wickramasinghe y Fred Hoyle dos astrónomos y astrobiólogos de reconocido prestigio desarrollaron una teoría acerca del aporte regular de microorganismos introducidos en la atmósfera terrestre por algunos de los millones de meteoritos que caen en La Tierra cada año. Algunos de estos microorganismos pueden ser causas de nuevas enfermedades, particularmente aquellas para las que humanos y animales no han desarrollado inmunidad. En un artículo reciente Wickramasinghe analiza el problema en el marco de la actual pandemia de coronavirus. A continuación un fragmento de dicho artículo.
Hace dos años, un grupo internacional de científicos
recolectó bacterias y virus que cayeron a través de la atmósfera enrarecida
cerca de los picos de 4000 metros de las montañas de Sierra Nevada en España.
Llegaron a un sorprendente recuento de unos 800 millones de virus por metro
cuadrado por día y un recuento asociado de bacterias un poco más pequeño, todo
lo cual, por supuesto, finalmente caería en la superficie de la Tierra (por
ejemplo, se informó en https: //www.nytimes. com / 2018/04/13 / science / virosphere-evolution.html).
La suposición que normalmente se hace es que todos estos virus y bacterias se
originan necesariamente en la superficie de la Tierra y son arrastrados hacia
arriba en las corrientes de aire; pero en dicho modelo se ignoran muchas
dificultades asociadas con el proceso de transporte ascendente. En nuestra
opinión, una fracción significativa de este gran número de microbios en caída
debe originarse fuera de la biosfera terrestre y provenir de fuentes
cometarias: virus y bacterias que en realidad son expulsados de los cometas.
Otra evidencia de apoyo para este punto de vista provino del muestreo de la
estratosfera por su contenido bacteriano. A partir de un muestreo de la
estratosfera a una altura de 41 km, utilizando equipos transportados por globos
que se realizó en 2001, ya llegamos a una entrada estimada de esta altura de
20-200 millones de bacterias por metro cuadrado por día, y de 10 a 100 veces
más virus, cayendo hacia la Tierra. Si tomamos en cuenta todos los hechos
disponibles hasta la fecha, no podemos evitar la conclusión de que un gran
número de bacterias y virus continúan cayendo a través de la atmósfera de la
Tierra, y parece inevitable que una fracción significativa sea de origen
externo. También estamos comenzando a obtener pruebas contundentes que apuntan
a los primeros signos de vida bacteriana alojada en rocas que se formaron hace
4.2-4.3 mil millones de años cuando la Tierra estaba siendo bombardeada
implacablemente por los cometas. Las fuertes indicaciones son que los cometas
llevaron las primeras bacterias a nuestro planeta en este momento y, además,
que toda la evolución posterior de la vida en la Tierra tuvo lugar en el
contexto de los cometas que regularmente introducían nuevos genes. Los cometas
han sido considerados con asombro y temor en muchas culturas antiguas del
mundo. Casi sin excepción han sido considerados malos presagios, portadores de
pestilencia y muerte. La evidencia de que los cometas están implicados en el
origen de la vida en la Tierra fue intensamente controvertida cuando estas
ideas fueron discutidas por primera vez por uno de nosotros y el fallecido Sir
Fred Hoyle. Ahora hay un consenso creciente de que esto es inevitable de alguna
forma. En este artículo argumentamos que incluso hoy en día la afluencia
periódica de polvo y escombros de los cometas podría ser responsable de las
olas de enfermedades epidémicas, como el reciente virus corona, que barren
nuestro planeta de vez en cuando. A medida que un cometa que da vida realiza
sus órbitas repetidas alrededor del sol, sus sustancias volátiles se vaporizan
progresivamente y finalmente terminamos con lo que podría reconocerse como
grandes meteoritos carbonosos. El número de pasajes cercanos del perihelio que
un cometa puede sobrevivir antes de ser completamente despojado de volátiles es
probablemente de unos pocos cientos. Las condritas carbonáceas podrían
representar materiales de cometas despojados de volátiles pero que retienen un
residuo de silicatos y estructuras orgánicas más refractarias. De vez en
cuando, tales objetos encuentran ingreso a la Tierra.
Referencia:
https://www.academia.edu/42041228/Comments_on_the_Origin_and_Spread_of_the_2019_Coronavirus
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