El río de las Coñiapuyara (amazonas) era el centro de infinidad de naciones con poblaciones extremadamente numerosas.
Habitualmente, no se tiene una idea ajustada a la realidad de lo que fueron estas culturas. En general se piensa que en esta región "inhóspita" la densidad de población era pequeña.
Se trataban, se dice, de pequeños grupos nomádicos de cazadores, pescadores y recolectores.
La realidad que pinta Fray Gaspar de Carvajal, integrante de la expedición liderada por Francisco de Orellana es muy distinta. Orellana y su gente bajaron 5.000 kilómetros por dicho río, acompañados por menos de un centenar de hombres. En su viaje, estos exploradores españoles recorrieron varios reinos con poblaciones muy abultadas. No sabemos los nombres reales de estos países... Gaspar de Carvajal nos señala algunas denominaciones indígenas y otros españolas.
De acuerdo a este cronista, los reinos más importantes que conocieron, fueron el de Aparian, el de Omagua, el de Paguana, un reino cuyo nombre no se señala cerca de la desembocadura del río Negro, un reino que llamaron "la provincia de las picotas", el de Quenyuc, el de Caripuna, el de lo y el de Tinamostón (estos dos últimos no fueron visitados).
De acuerdo a este cronista, los reinos más importantes que conocieron, fueron el de Aparian, el de Omagua, el de Paguana, un reino cuyo nombre no se señala cerca de la desembocadura del río Negro, un reino que llamaron "la provincia de las picotas", el de Quenyuc, el de Caripuna, el de lo y el de Tinamostón (estos dos últimos no fueron visitados).
La mayoría de estos pueblos tenían organizaciones políticas complejas con ejércitos de tierra y de canoeros, muy numerosos y agresivos.
Sistemáticamente, durante la mayor parte de su viaje, Orellana y los suyos fueron atacados por cientos de canoas y piraguas, a veces reuniéndose fuerzas de 10.000 o más guerreros.
Todo parece indicar que cada uno de estos reinos tenía varios cientos de miles de habitantes, lo cual se puede deducir de la descripción de Machaparo, que poseía "50.000 hombres de pelea".
Si consideramos que los expedicionarios atravesaron una decena de reinos grandes, se puede estimar que la población total, sólo en las orillas del río, era del orden de 4 millones de habitantes, teniendo en cuenta los pueblos que habitaban los afluentes mayores se puede estimar una población muy superior, tal vez 10 veces mayor para toda una región de la selva central, obteniéndose una cifra de algunas decenas de millones.
Había sociedades numerosas, tal vez con varias decenas de miles de pobladores, una producción de alimentos acorde y una configuración política muy, dinámica.
Si consideramos que los expedicionarios atravesaron una decena de reinos grandes, se puede estimar que la población total, sólo en las orillas del río, era del orden de 4 millones de habitantes, teniendo en cuenta los pueblos que habitaban los afluentes mayores se puede estimar una población muy superior, tal vez 10 veces mayor para toda una región de la selva central, obteniéndose una cifra de algunas decenas de millones.
Había sociedades numerosas, tal vez con varias decenas de miles de pobladores, una producción de alimentos acorde y una configuración política muy, dinámica.
Cuenta Gaspar de Carvajal refiriéndose a uno de estos pueblos que poseían "gran cantidad de comida, de tortugas, en corrales y albergues de agua, y mucha carne y pescado y bizcocho y esto tanto en abundancia que había para comer un real de mil hombres un año." Al referirse a la cantidad de pueblos señala: "y por ser los pueblos tantos y tan grandes y haber tanta gente no quiso el capitán tomar puerto... porque por el agua nos la daban tan cruda que nos hacían ir por medio del río..."
Tenían culturas complejas y tecnologías sofisticadas que en más de una ocasión dejaron impresionados a Orellana y los suyos. Agrega Gaspar de Carvajal en su crónica: "Bajaron a un pueblo y había... una casa donde había... mucha loza de diversas hechuras, ansí tinajas como cántaros muy grandes... esta loza es la mejor que se ha visto, porque lo de Málaga no se iguala con ella, porque es de toda vidriada y esmaltada de todos colores, tan vivas que espantan, y demás de esto los debujos y pinturas que en ella hacer son tan compasados que naturalmente labran y debujan todo como lo romano, y allí nos dijeron los indios que todo lo que esta casa había de barro, lo había la tierra adentro de oro y de plata..."
La llegada posterior de los traficantes de esclavos de Portugal y Brasil, las enfermedades europeas y algunos otros factores determinaron una disminución dramática de esas numerosas y prósperas poblaciones, en los siguientes tres o cuatro siglos. Hoy los remanentes de aquellas naciones están reducidos a los sitios menos accesibles, agredidos cultural y físicamente por colonos, misioneros y garimpeiros, y desconocidos en sus derechos sobre la tierra. Su número no excede los 200.000 habitantes. Estos pueblos eran el resultado del avance tupí-guaraní y sus "primos" caribes sobre la antigua población arawak dominante. Esta evolución estaba todavía en curso y ésto explica el dinamismo político que se puede apreciar en el relato de Gaspar de Carvajal y otros. Últimamente, nuevos hallazgos arqueológicos están confirmando los relatos de Carvajal y demostrando que este continente, en particular las selvas tropicales amazónicas, estuvieron poblados densamente desde tiempos muy antiguos.
Todavía falta mucha información para poder resolver el enigma de la desaparición de estas grandes naciones del gran río de las Coñiapuyara.
Todavía falta mucha información para poder resolver el enigma de la desaparición de estas grandes naciones del gran río de las Coñiapuyara.
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