jueves, 8 de agosto de 2019

La nación charrúa
(fragmento de Los Pueblos del Jaguar)


Danilo Antón

La nación charrúa fue la más importante de la región estuárico-ribereña del Paraguazú
Debido a su localización a la entrada de la gran cuenca uruguayo-paranaense fue una de las primeras naciones contactadas por los europeos. De acuerdo a las descripciones de Gaboto, Pero Lope de Souza, Schmidl y otros cronistas, se trataba de un pueblo de pescadores, hábiles canoeros que vivían en aldeas de unos pocos cientos de habitantes, en la zona que se extendía a lo largo de la costa estuárica y fluvial en los actuales departamentos uruguayos de San José, Colonia y Soriano, en la costa de Buenos Aires, en ciertas islas del delta del Paraná y al sur de la actual provincia de Entre Ríos. 
Es difícil conocer los datos demográficos precisos de la población charrúa. Algunos indicios permiten estimar que era relativamente numerosa, probablemente del orden de 20,000 a 30,000 individuos.
Antonio de Herrera en su Historia señalaba que al llegar la expedición de Juan Díaz de Solís “descubrían muchas casas de indios, y gente que con mucha atención estaba mirando pasar el navío, y con señas ofrecían lo que tenían, poniéndolo en el suelo, Juan Díaz de Solís quiso en todo caso ver que gente era esta, y tomar algún hombre para traer a Castilla” 
En 1530 llegó la expedición portuguesa de Pero Lope de Souza a las costas de los actuales departamentos de Colonia y San José donde encontró una aldea, probablemente charrúa, que según estimaciones estaba constituida por un grupo de canoeros. El testimonio. De acuerdo a la crónica de esta incursión, al llegar ésta a la costa norte del río de la Plata la salieron a recibir cuatro almadías (canoas) que tenían entre 16 y 20 metros de largo aproximadamente (10 a 12 brazas) y poco men”os de un metro de ancho (media braza). En cada una de ellas venían cuarenta remeros de pie. En su segundo encuentro salieron seis almadías. Es decir, que tan sólo los remeros sumaban unos 240 hombres. Anota de Sousa que había muchas almadías más en tierra, y finalmente estima la población masculina de ese grupo en unos 600 hombres. Si le agregamos mujeres, niños y ancianos, podríamos llegar a una cifra total de alrededor de 2.000 a 2,500 personas en esa sola aldea.

Según esta misma crónica los nativos expresaron gran alegría y demostraron su amistad a través de obsequios y demostraciones de júbilo, nadando rápidamente cerca de las naves, y enviando varias canoas enormes con unos cuarenta remeros cada una para recibir a los visitantes,. «estaban tan felices que parecían locos».
Con todo, los expedicionarios, que seguramente tenían referencias de la experiencia trágica del navegante español Juan Díaz de Solís prefirieron no arriesgarse a desembarcar y prosiguieron viaje.
Esta descripción es probablemente la más ilustrativa de una comunidad charrúa en condiciones “pre-coloniales”.
Si imaginamos que había una veintena o poco más de comunidades charrúas en el estuario y delta y reduciendo el promedio poblacional de cada una a unas mil personas, la población charrúa total puede ser estimada razonablemente entre 20,000 y 30,000 personas, lo cual sería coherente con la cantidad de guerreros que describe en 1536 el aventurero y cronista alemán Schmidl que acompañó la expedición de Pedro de Mendoza afirmaba que en el sitio de Buenos Aires. En su crónica Schmidl describe unos 23,000 guerreros de cuatro naciones: “vinieron los indios contra nuestro asiento de Buenos Aires con gran poder e ímpetu hasta veintitrés mil hombres y eran en conjunto cuatro naciones; una se llamaba querandíes, la otra Guaraníes, la tercera Charrúas, la Cuarta Chaná- timbúes.”
Si los charrúas hubieran sido una cuarta parte de ese total que menciona Schmidl, cosa que parece probable, los guerreros charrúas involucrados en el sitio serían unos 5,000- 6,000 guerreros, lo que correspondería efectivamente a una población total de unos 20,000- 30,000 habitantes.
Setenta años más tarde, en 1607, cuando los charrúas se habían desplazado hacia el noroeste para alejarse de los centros de poder españoles, el gobernador de Asunción, Hernando Arias de Saavedra, todavía se refería a la región del Uruguay como “una provincia muy fértil y de gran suma de indios....”20 . 
 Poco después, en 1610, en la recientemente establecida ciudad de Buenos Aires, el gobernador Marín Negrón envió una carta al rey en que estima la población charrúa en unos “cuatro mil indios infieles”. Aunque no sabemos si en ese número se incluía toda la población o solo los “indios de armas” como solía hacerse se puede apreciar una cierta disminución de la población, seguramente relacionada al impacto de la colonización.
De "Los Pueblos del Jaguar". D-Antón, Piriguazú Ediciones.

Más info en daniloanton.blogspot.com

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