miércoles, 22 de mayo de 2019

Teoría revolucionaria sobre las causas de los terremotos
Un factor principal en los fenómenos sísmicos: la desgasificación planetaria
 D. Antón
 Del mismo modo que la teoría de la desgasificación planetaria promueve una revisión profunda de las creencias dominantes acerca del origen de los hidrocarburos y del carbón, también introduce elementos removedores en la geofísica planetaria.
La teoría ortodoxa atribuye los sismos, terremotos o temblores a los movimientos de placas de la corteza que se empujan, presionan, chocan y/o superponen según los casos.
Estos movimientos de grandes masas sólidas con comportamientos plásticos o rígidos, dependiendo de la temperatura, la presión y otros factores, producen tensiones que al cabo del tiempo pueden dar lugar a fracturas.
Las fracturas generan vibraciones que llegan a la superficie donde son percibidas como «terremotos» o «temblores».
Del mismo modo, cuando estas fracturas se producen en el fondo del mar, dan lugar a perturbaciones y movimientos de las masas de agua que llegan a las costas como olas de gran longitud de onda produciendo inundaciones súbitas en las zonas litorales contiguas a la línea de costa.
Estas «olas», que a veces tienen un gran efecto destructivo, son denominadas «maremotos» o «tsumamis».
Gold tiene una visión muy diferente a las creencias cómunmente aceptadas sobre las causas de los terremotos y tsunamis.
De acuerdo a la teoría de la desgasificación planetaria «la tierra expele fluidos constantemente de las grandes profundidades, incluyendo volátiles juveniles que provienen del manto»
Una parte de los fluidos asciende junto con las lavas fundidas en los procesos volcánicos. Otra parte llega a la superficie en forma más continua y tranquila, a través de los volcanes de barro y otras emanaciones hidrotermales.
Según Gold, estos fluidos ascendentes generan fracturas en las rocas de cobertura a medida que disminuye la presión y las materiales se vuelven menos resistentes.´
Las rocas no se fracturan simplemente debido a la liberación de tensiones acumuladas, sino más bien como resultado de la la presión del gas que a su vez cumple el rol de lubricante para el movimiento lateral o vertical de los grandes compartimentos rocosos.
Hay numerosas pruebas testimoniales de la relación entre algunos grandes sismos y las emanaciones simultáneas de gases.
Algunos de los testimonios son muy antiguos, otros más recientes, pero en general, proporcionan claros indicios de la asociación entre los temblores, los tsunamis y los movimientos de gases.La emanación de gases puede también ser percibida por los animales. Ya sea por sus diferencias térmicas o por sus olores, muchos animales sienten la perturbación existente y cambian sus comportamientos. Algunos mamíferos que viven en nidos bajo tierra salen de sus cuevas antes de la ocurrencia del evento sísmico.
El registro y constatación de cambios de temperatura y emanaciones de gas fueron tenidos en cuenta en la ciudad de Haicheng en China y permitieron prevenir destrucciones y muertes en el sismo de esta ciudad en febrero de 1975.
Por otra parte, hay muchas descripciones de emisiones gaseosas a veces acompañadas de llamaradas que tuvieron lugar durante el transcurso de un fenómeno sísmico.
1) Terremoto en Norcia y Aquila (Italia), 14 de enero y 2 de febrero de 1703
En Aquila y Norcia, y en otros lugares.... la tierra aquí y allá se fracturaba y por las fracturas salían olores feos a azufre y bitúmen; y los hombres de Aquila dignos de confianza escriben que después del terremoto azufre y fuego salían de la grietas abiertgas en la tierra” (citado por Galli, 1911)-
2) Terremoto y tsunami en Lisboa, Noviembre 1 de 1755
...comenzamos a escuchar un ruido atronador, como de carruajes, que aumentó hasta igualar el ruido del cañon más estruendoso, e inmediatamente sentimos el primer temblor, que fue seguido or un segundo temblor y un tercero, y en éste, al igual que en el cuarto, ví varias llamas luminosas de fuego saliendo de los costados de las montañas, parecidas a las que pueden ser observadas en las brasas del carbón. Observé en una de las colinas llamada el Fojo, cerca de la playa de Adraga (cerca de Colares) que allí salió una gran cantidad de humo, muy espeso, pero no muy negro, que aumentó todavía más luego del cuarto temblor, y después continuó saliendo en mayor o menor grado. Justo cuando escuchábamos los truenos subterráneos, observamos que explotaban en el Fojo, pues la cantidad de humo era siempre proporcional al ruido subterráneo.”(Stoqueler, 17564).
3) Terremoto en Komarón, Hungría, 28 de junio de 1763
Las fracturas del suelo se originaron en miles de sitios. En casi todos ellos había emisiones de agua y arenas movedizas junto con llamas y humo de olor desagradable.... el río Danubio aumentó su nivel y el agua comenzó a burbujear como si estuviera hirviendo. Tenía olor sulfuroso. La mayoría de las fracturas ocurrieron cerca de la orilla del río y de algunas de ellas emergían llamas alternativamente con arena y humo. En el lago Ferto, 100 km. al oeste de Komarom comenzaron a emitirse ruidos atronadores formándose mucha espuma. Llamas del temaño de barriles fueron vistas sobre el río mismo. Ganado con cuernos pereció en el vapor desagradable que emanaba de la tierra. En la orilla de otro río más pequeño, el Vag, surgían aceleradamente llamas a partir de las fracturas, seguidas por aguas sulfurosas. En algunos lugares, las aguas que venían de la tierra eran claramente negras. El agua del río Bag, parecía estar hirviendo.” Citado por Rethly, 19525.
4) Terremoto en Lima, 30 de marzo de 1828
El agua en la bahía «silbaba como si se hubiera sumergido hierro al rojo, subían a la superficie burbujas y peces muertos, y la cadena del ancla se fundió parcialmente mientras yacía en el barro del fondo” (Bagnold, 18296)
Se señala que la cadena del ancla está en exhibición en el Museo de la Marina de Londres
5) Terremoto en Owens Valley, California, 26 de marzo de 1872.
La gente que vivía cerca de Independencia.....decía que en cada temblor sucesivo podían ver claramente en un centenar de lugares al mismo tiempo, saliendo de las rocas fracturadas grandes láminas llameantes aparentemente de unos treinta o cuarenta pies de largo y que se enrollaban y doblaban momentáneamente y luego desaparecían” (San Francisco Chronicle, 2 de abril del 1872).
6) Terremoto en Sonora, México, 3 de mayo de 1887
Otro efecto del terremoto que aterrorizara a los asustados habitantes de esos lugares, fue el fuego en todas las montañas que rodeaban el epicentro e incluso algunas situadas en el territorio de Arizona, entre otras la cresta de San José. Algunos de estos, se dice continuaron llameando por muchos días” (Aquilera, 1920).
Extraido de “¿Inagotables? Gas y petróleo.”, Danilo Antón, Piriguazú Ediciones

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