miércoles, 5 de diciembre de 2018


Relatando algunos hechos poco conocidos acerca del seudo-descubrimiento de América
Una expedición secreta desembarca por primera vez en las costas de Amerrique en 1497.
Danilo Antón


                                  Mapa de Juan de la Cosa
Una expedición secreta desembarca por primera vez en las costas de Amerrique en 1497.
El rey Fernando, que nunca estuvo muy a gusto con los títulos y prerrogativas que su esposa y reina de Castilla, Isabel, había asignado a ese extranjero (Cristóbal Colón), decidió averiguar de fuentes fidedignas las características y potencialidades de estas nuevas tierras, sin la intermediación poco confiable del marino genovés.

Con la ayuda financiera de la Casa Berardi (dependencia de la Banca de los Medici), ahora bajo la responsabilidad de Albérico Vespucio, ordenó organizar una expedición bajo el mando de navegantes españoles experimentados y de confianza. La designación de la jefatura de la empresa recayó en Vicente Yáñez Pinzón, quien había sido capitán de La Niña en el primer viaje colombino. Las otras naves iban bajo el comando de Juan de la Cosa (quien también había participado en el 1er viaje de Colón y se había revelado como excelente cartógrafo) y Juan Díaz de Solís. Albérico Vespucio acompañaría la expedición en su doble calidad de representante de la agencia financiadora y geógrafo de solvencia reconocida. 
Esta expedición no tuvo trascendencia pública por varias razones. En primer lugar, Cristóbal Colón, nombrado Almirante de los Mares Occidentales no debía enterarse y por supuesto la propia Isabel tampoco.
Una segunda razón era comprobar las características de las Indias, más allá de las descripciones de Colón, y en particular investigar las riquezas que esas tierras “allende los mares” poseían así como el comportamiento de Colón como gobernador de estas nuevas colonias españolas.
La expedición, evitó detenerse en Santo Domingo, y continuando hacia el oeste tocó tierra en América Central, en la costa de lo que hoy se denomina Costa Rica.  Allí los navegantes comprobaron la existencia de numerosos yacimientos de oro en una cadena montañosa cercana denominada Amerrique.
A partir de ese momento el nombre Amerrique se hizo popular entre los marinos a partir de las versiones que los tripulantes llevaron a Sevilla y otros puertos peninsulares, También a partir de este primer viaje se inauguró la denominación de “costa rica” para el lugar donde se había encontrado abundantes metales preciosos.
El regreso a España de esa expedición se llevó a cabo contorneando la isla de Cuba y por ende los navegantes pudieron
comprobar que Cuba era efectivamente una isla. El mapa que dibujara Juan de la Cosa (del año 1500), que Colón nunca llegó a ver es una de las pruebas de la existencia de este viaje).
Colón nunca se enteró de esta expedición y siguió creyendo que Cuba era parte del continente asiático . (continúa)
Reproducido de "La Mentira del Milenio", a ser reeditado como "Los Misterios de Amerrique".

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