El famoso tango “La Morocha” fue compuesto en 1905 por el uruguayo Enrique Saborido inspirado en una bailarina uruguaya llamada Lola Candales.
Cuando más tarde Angel Villoldo le escribió la letra apareció “la
morocha argentina” que en realidad era uruguaya. Lo explica Saborido en un
reportaje que le hiciera la revista Caras y Caretas en 1928.
También es bueno recordar que la partitura de “La Morocha” fue
la primera partitura de tango que llegara a Europa llevada por los marineros
rioplatenses.
“-Saborido: En ese tiempo (1905)existía aún el
Bar Reconquista del popular Ronchetti. Yo solía ir allí con frecuencia y
también hacía lo propio una linda bailarina uruguaya llamada Lola Candales...
-Periodista: ¿Ella fue la musa?
-Saborido: Le diré. Una noche la reunión estaba sumamente animada, figurando en ella los muchachos Victorica, Argerich, el diputado Félix Rivas y otros. Como notaran que yo estaba muy entusiasmado con Lola, que era una morocha exquisita, me tocaron el amor propio asegurando que yo no podía escribir un tango que ella pudiera cantar con éxito. Siguió la jarana y, ya de madrugada, nos retiramos todos. Me acosté y estaba por dormirme cuando me acordé del desafío.
-Periodista: ¿Y allí mismo escribió su tango?
-Saborido: Inmediatamente. Eran las cinco, y yo me senté al piano. A las seis y media había compuesto la pieza. Una hora después estaba en casa de mi amigo Ángel Villoldo pidiéndole que escribiera la letra. A las diez de la mañana, letra y música estaban de acuerdo y, al mediodía ambos visitábamos a Lola.
-Periodista: ¿Para ejecutarle el nuevo tango?
-Saborido: Así fue. Lo aprendió de memoria, lo ensayó y esa noche, en presencia de toda aquella barra memorable, ella misma lo cantó por primera vez.
-Periodista: ¡Todo un triunfo!
-Saborido: Le diré. Una noche la reunión estaba sumamente animada, figurando en ella los muchachos Victorica, Argerich, el diputado Félix Rivas y otros. Como notaran que yo estaba muy entusiasmado con Lola, que era una morocha exquisita, me tocaron el amor propio asegurando que yo no podía escribir un tango que ella pudiera cantar con éxito. Siguió la jarana y, ya de madrugada, nos retiramos todos. Me acosté y estaba por dormirme cuando me acordé del desafío.
-Periodista: ¿Y allí mismo escribió su tango?
-Saborido: Inmediatamente. Eran las cinco, y yo me senté al piano. A las seis y media había compuesto la pieza. Una hora después estaba en casa de mi amigo Ángel Villoldo pidiéndole que escribiera la letra. A las diez de la mañana, letra y música estaban de acuerdo y, al mediodía ambos visitábamos a Lola.
-Periodista: ¿Para ejecutarle el nuevo tango?
-Saborido: Así fue. Lo aprendió de memoria, lo ensayó y esa noche, en presencia de toda aquella barra memorable, ella misma lo cantó por primera vez.
-Periodista: ¡Todo un triunfo!
-Saborido: Absoluto. Fue repetido ocho veces,
entre los aplausos de la concurrencia, y el diputado Rivas envió a Lola 200
pesos como premio por su éxito.2
Las partituras de "La morocha" fueron
las primeras en llegar a Europa.1 Los marinos argentinos y los hijos de familias ricas llevan
a París el tango que
habían aprendido en su frecuentación de los lupanares.
Comienza una nueva era para el género, con el aporte
de músicos mejor preparados y la incorporación de letras evocativas del paisaje
del suburbio, de la infancia y de amores contrariados.”
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