Los sistemas acuíferos principales de la región amazónica central y oriental son de edad cretácica (formación Alter do Chão) y Terciarios.
En Belem, Santarem y Manaus, principales ciudades de este sector centro-oriental, los espesores varían entre 200 y 600 metros. Los caudales de los pozos varían entre 50 y 450 m3/hora.
En general las aguas son de calidad buena, y pueden ser consumidas sin tratamiento previo.
Al oeste de la región amazónica, en el Estado de Acre y oeste del Estado de Amazonas se encuentra el sistema acuífero Solimões, con un área de recarga estimada en 457,664 km2.
Al igual que sucede con el Acuífero Alter do Chão, la calidad del agua de Solimões es buena, pero se la considera muy vulnerable a la contaminación debido a su nivel poco profundo (cercano a la superficie) y a las deficiencias de construcción de muchos pozos.
El caso de Manaus
Manaus se encuentra situada en la margen izquierda del ríoNegro próximo en su confluencia con el río Solimões en una posición central de la cuenca amazónica. El clima es de tipo ecuatorial con una pluviosidad de 2,000 a 2,200 mm y temperatura media anual de 25.6 C con una amplitud térmica de 4 C. La humedad del aire es elevada entre 77% y 88%
El abastecimiento hídrico se realiza a partir de pozos que explotan el acuífero Alter do Chão y captaciones de aguas superficiales en el río Negro.
La zona urbana de Manaos se ubica sobre los sedimentos continentales de la formación Alter do Chão, e insertada en el Planalto disecado de los ríos Trombetas y Negro. El relieve está compuesto por interfluvios tabulares y colinas con cimas de unos cientos de metros de extensión, separados por valles abiertos y débil profundización.
La mayor parte de los pozos de Manaus obtienen su agua de niveles libres o semiconfinados dentro de la formación Alter do Chão, que está cubierta por capas de arcillas y de las areniscas Manaus.
Las aguas subterráneas en general de calidad aceptable, encontrándose dentro de los límites de potabilidad establecidos por la legislación brasilera vigente. Desde el punto de vista químico presentan niveles bajos de Ca, Na y Mg, y relativamente altos de K (probablemente debido a la alteración de los feldespatos potásicos). Desde el punto de vista mineralógico se nota la prevalencia de las arcillas caoliníticas en suelos y formaciones superficiales que parecen fijar el magnesio reduciendo sus tenores en el agua.
En la zona urbana hay varios miles de pozos perforados y excavados de bajo rendimiento que explotan el acuífero en zonas de niveles freáticos elevados, sin controles y con riesgo de contaminación desde la superficie. Estos pozos sirven para abastecer a varios cientos de miles de personas en la ciudad y constituyen un importante riesgo sanitario que deberá resolverse.
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