sábado, 3 de febrero de 2018

Fragmento del capítulo 3 de la novela  histórica "De todas partes vienen"
El Uruguay Guazú
"...  En Caibaté se desmoronó la resistencia guaraní-misionera. Los siete pueblos pasaron a manos portuguesas, se tomaron fuertes represalias con los sublevados y se relocalizaron las poblaciones. Como resultado de este revés histórico se escaparon al sur más de 15,000 personas que procuraron alejarse refugiándose en los bosques y sierras de la Banda Oriental.
En la Misión de San Borja los guaraníes recibieron la noticia de la derrota de Caibaté con mucha alarma y temor. Centenares de habitantes del pueblo tomaron sus pertenencias y se marcharon para eludir las represalias de los ejércitos europeos. Entre los emigrados estaba María Ñangacatú y sus hermanos Tomás y Santiago. Su padre había muerto en la batalla..
La peregrinación misionera fue multitudinaria. Caminando, a caballo, en carretas o en canoas, miles de personas abandonaron sus viviendas de los siete pueblos orientales y partieron hacia las praderas y colinas australes.
María y sus hermanos Tomás y Santiago lograron hacerse de tres caballos y montados en ellos emprendieron su marcha. Se vieron obligados a atravesar varios ríos, el caudaloso Ibicuy, el Cuareim, el Daymán, el Queguay y numerosos cursos de agua menores.
Cuando consideraron que ya estaban fuera de peligro comenzaron a buscar un lugar en donde aquerenciarse.
Finalmente lo hicieron en la ribera sur del río Hum también llamado Negro por los españoles. Allí había un paso donde las aguas tenían menor profundidad y era aprovechado por troperos y jinetes..
El lugar ya estaba habitado por varias familias guaraníes, algunas recién llegadas y otras que estaban allí desde hacía bastante tiempo.
Los inmigrados que se establecieron allí habían aprovechado la existencia de un grupo concentrado de vecinos criollos bastante numeroso que proporcionaba una defensa mínima contra los bandidos de la campaña.
Cuando llegó a la región de Soriano en 1756 María tenía 23 años. Su hermano Tomás era tres años mayor que ella y Santiago era dos años menor. Entre los tres y con la ayuda de otro guaraní misionero de nombre Juan Arapí, oriundo del pueblo de Yapeyú, levantaron construyeron un pequeño rancho de varas y techo de paja a orillas del río.
María se ocupaba de mantener la casa y atender una huerta a la vera del ranchito.
Habían transcurrido unos meses de su llegada cuando María y Juan decidieron formar pareja levantando su propia vivienda al lado de sus hermanos y muy cercano a la orilla del río.
Santiago permaneció en la zona del Hum donde se construyó una canoa para salir a pescar por el río Hum hasta Espinillo e incluso en el propio río Uruguay. Con el tiempo se estableció en Santo Domingo de Soriano donde formó familia. y finalmente, varios años después, tropear en las estancias del Yi e incluso, realizó viajes hacia la frontera y aún más allá en las tierras portuguesas del Río Grande de São Pedro.
Por su parte, Tomás Ñangacatú se conchabó como tropero arriando ganado desde las estancias de los parajes de San Salvador y Santo Domingo. Tuvo una vida trashumante yendo a  tropear en las estancias del Yi e incluso, realizó viajes hacia la frontera y aún más allá en las tierras portuguesas del Río Grande de São Pedro.
Algunos años más tarde se estableció en Paysandú. Sus faenas de tropero lo llevaron al Salto donde murió cruzando tropa en el Salto chico. Tuvo dos hijos, Felipe y María que habrían de permanecer en Paysandú  hasta la época artiguista y luego cuando llegaron los pórtugueses cruzaron a Arroyo de la China. María se casó en esa ciudad donde constituyó la matriarca de una familia tradicional de la futura Concepción del Uruguay.
Felipe habría de volver a cruzar el río para incorporarse a los ejércitos revolucionaros de Lavalleja.
"De todas partes vienen", D.Antón, Piriguazú Ediciones
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