Fragmento del capítulo 3 de la novela histórica "De todas partes vienen"
"... En Caibaté se
desmoronó la resistencia guaraní-misionera. Los siete pueblos pasaron a manos
portuguesas, se tomaron fuertes represalias con los sublevados y se
relocalizaron las poblaciones. Como resultado de este revés histórico se
escaparon al sur más de 15,000 personas que procuraron alejarse refugiándose en
los bosques y sierras de la Banda Oriental.
En la Misión de San Borja los guaraníes recibieron la noticia de la derrota de Caibaté con mucha alarma y temor.
Centenares de habitantes del pueblo tomaron sus pertenencias y se marcharon
para eludir las represalias de los ejércitos europeos. Entre los emigrados
estaba María Ñangacatú y sus hermanos Tomás y Santiago. Su padre había muerto
en la batalla..
La peregrinación
misionera fue multitudinaria. Caminando, a caballo, en carretas o en canoas,
miles de personas abandonaron sus viviendas de los siete pueblos orientales y
partieron hacia las praderas y colinas australes.
María y sus
hermanos Tomás y Santiago lograron hacerse de tres caballos y montados en ellos
emprendieron su marcha. Se vieron obligados a atravesar varios ríos, el caudaloso
Ibicuy, el Cuareim, el Daymán, el Queguay y numerosos cursos de agua menores.
Cuando
consideraron que ya estaban fuera de peligro comenzaron a buscar un lugar en
donde aquerenciarse.
Finalmente lo
hicieron en la ribera sur del río Hum también llamado Negro por los españoles.
Allí había un paso donde las aguas tenían menor profundidad y era aprovechado
por troperos y jinetes..
El lugar ya
estaba habitado por varias familias guaraníes, algunas recién llegadas y otras
que estaban allí desde hacía bastante tiempo.
Los inmigrados
que se establecieron allí habían aprovechado la existencia de un grupo
concentrado de vecinos criollos bastante numeroso que proporcionaba una defensa
mínima contra los bandidos de la campaña.
Cuando llegó a
la región de Soriano en 1756 María tenía 23 años. Su hermano Tomás era tres
años mayor que ella y Santiago era dos años menor. Entre los tres y con la
ayuda de otro guaraní misionero de nombre Juan Arapí, oriundo del pueblo de
Yapeyú, levantaron construyeron un pequeño rancho de varas y techo de paja a
orillas del río.
María se ocupaba
de mantener la casa y atender una huerta a la vera del ranchito.
Habían
transcurrido unos meses de su llegada cuando María y Juan decidieron formar
pareja levantando su propia vivienda al lado de sus hermanos y muy cercano a la
orilla del río.
Santiago
permaneció en la zona del Hum donde se construyó una canoa para salir a pescar
por el río Hum hasta Espinillo e incluso en el propio río Uruguay. Con el
tiempo se estableció en Santo Domingo de Soriano donde formó familia. y
finalmente, varios años después, tropear en las estancias del Yi e incluso,
realizó viajes hacia la frontera y aún más allá en las tierras portuguesas del
Río Grande de São Pedro.
Por su parte,
Tomás Ñangacatú se conchabó como tropero arriando ganado desde las estancias de
los parajes de San Salvador y Santo Domingo. Tuvo una vida trashumante yendo
a tropear en las estancias del Yi e
incluso, realizó viajes hacia la frontera y aún más allá en las tierras
portuguesas del Río Grande de São Pedro.
Algunos años más
tarde se estableció en Paysandú. Sus faenas de tropero lo llevaron al Salto
donde murió cruzando tropa en el Salto chico. Tuvo dos hijos, Felipe y María
que habrían de permanecer en Paysandú
hasta la época artiguista y luego cuando llegaron los pórtugueses
cruzaron a Arroyo de la China. María se casó en esa ciudad donde constituyó la
matriarca de una familia tradicional de la futura Concepción del Uruguay.
Felipe habría de
volver a cruzar el río para incorporarse a los ejércitos revolucionaros de
Lavalleja."De todas partes vienen", D.Antón, Piriguazú Ediciones
"
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