lunes, 26 de noviembre de 2018


Primer viaje de Cristóbal Colón (1492-1493)
Tanto por sus lazos familiares con su hermano Bartolomé,  que era Jefe Cartógrafo en Lisboa, como por sus previas vinculaciones con el reino de Portugal, Colón tenía que tener muchas precauciones al trazar su itinerario. 
Iba a navegar en nombre del Reino de Castilla, enemigo de Portugal en su expansión ultramar. Si era capturado en aguas que los portugueses consideraban suyas podía ser acusado por espionaje y ejecutado.
Por esa razón y para prevenir un posible encuentro con las naves lusitanas. El navegante genovés comenzó a llevar dos diarios de viaje simultáneos dando dos posiciones diferentes: en uno, las verdaderas, en el otro, la bitácora "oficial", datos distintos destinados a confundir a los portugueses si llegara la ocasión. Sólo disponemos de uno de estos diarios (el "oficial") que nos llegara a través de la copia que hiciera Bartolomé de las Casas a mediados del siglo XVI, utilizando la biblioteca del Hernando, el hijo español de Colón

Rumbo al sur-suroeste
De acuerdo a las investigaciones de Luis Coin, quien estudió el tema en profundidad, las naves no se dirigieron al oeste, como dice el diario conocido, sino hacia el sur-suroeste (por lo tanto en dirección a la zona bajo control portugués) con el fin de buscar los vientos apropiados. Los argumentos de este autor son convincentes. En primer lugar, durante los días iniciales de su travesía, Colón registró una contracorriente que no existe al oeste de las islas Canarias, pero sí hacia el suroeste (particularmente durante los meses de julio a octubre). En segundo lugar, los expedicionarios notaron que en esa zona el agua del océano era menos salada. Ello no ocurre al oeste de las Canarias, pero sí al sur y suroeste de las mismas, debido a un ascenso de aguas profundas de origen polar que emergen precisamente en dicha zona. Allí, el mar es muy rico en peces, abundante en cardúmenes de atunes y otras especies, tal como lo describiera el propio Colón en su crónica. Esta fertilidad oceánica no se da en las zonas centrales del Atlántico y ello contraría las afirmaciones de los registros del diario. Algunos días más tarde los navegantes lograron identificar aves tropicales en el medio del océano, a más de quinientas millas de las costas canarias. Curiosamente, Colón no se sorprende. La presencia de aquellas aves sería fácilmente explicable si el derrotero del barco hubiera sido sur-suroeste en vez de oeste.
Coin encontró varias otras incongruencias e imposibilidades en el Diario que copiara Las Casas: la posición incorrecta del mar de los Sargazos, el registro de avances rápidos con velocidades de hasta 4.5 nudos durante la noche, recorridos de 55 leguas en días calmos, referencias de los tripulantes nadando en el mar mientras la nave se desplazaba velozmente.

El viraje hacia el oeste
De acuerdo a Coin, el viraje hacia el oeste se habría producido a la altura de los paralelos de 20 o 19 gra-dos norte, o sea siete grados (800 quilómetros) al sur-suroeste de las islas Canarias. Esta hipótesis es coherente con la percepción que más tarde tuviera Colón de navegar entre dos islas (deducción basada en las características del oleaje) registrada en la entrada del 19 de setiembre y el ulterior avistamiento de una lí-nea de costa el 25 de setiembre, tan sólo 20 días después de su partida de Gomera. Según Coin, esta isla sería Sombrero, del grupo de las islas Vírgenes. A la mañana siguiente la tierra se había perdido de vista.
Más tarde ocurrieron nuevos avistamientos: en el atardecer del primero de octubre Martín Alonso Pinzón divisó una isla plana pero Colón rehusó a dirigirse a ella prefiriendo, en cambio, buscar la "tierra firme" para sacar partido de los buenos vientos. El 7 de octubre, desde La Niña, se observó la silueta de otra isla cuyo perfil se perdió de vista cuando llegó la nave capitana. La expedición habría de continuar durante algunos días más hasta que se produjo el avistamiento y desembarco en una isla que sus habitantes llamaban Guanahaní, en la mañana del 12 de octu-bre. De acuerdo a Coin, esta isla correspondería con la isla de Gran Turk y no con Watling como muchos afirman. Coin demuestra claramente las inexactitudes e imprecisiones (ocultamientos?) del Diario del Primer Viaje de Colón. Seguramente el marino genovés se guardó parte de la información para asegurar el dominio de la situación luego de su regreso. De la misma manera es de presumir que haya procedido con los Diarios de los otros viajes, reteniendo información que no deseaba que se difundiese.

El secreto del mapa de Juan de la Cosa
En el mapa elaborado por Juan de la Cosa en 1500 figuran en forma bastante aproximada las costas de América del Sur y del Norte, así como el carácter insular de Cuba, Haití y otras islas del Caribe. Curiosamente, en dicho mapa, la región de América Central, que constituía un sitio fundamental para comprender la configuración del continente, aparece cubierta por una imagen de San Cristóbal. No sabemos cual fue la información que se quiso ocultar de esa manera. Tal vez fue el camino hacia el océano occidental más allá del istmo, o posiblemente la situación geográfica de la región de las minas de oro. Años más tarde, en su cuarto viaje, Colón habría de visitar estos mismos lugares. Entre los datos que no figuran en su Diario se encuentra el nombre de los territorios que visitara al oeste de Veragua y de Cariari. En ningún lugar figura un nombre clave, que ya estaba siendo difundido en Europa, por muchos marinos, el país de la costa rica, la patria del oro, el lugar donde sopla el viento, Amerrique.
Del libro "La mentira del milenio", D.Antón, Piriguazú Ediciones


No hay comentarios: