sábado, 11 de junio de 2022

Europa: el continente de las guerras que no cesan 

Europa es el único continente que no es un continente, porque su territorio, que se extiende por 10,531,000 kilómetros cuadrados no tiene límites al oriente. Tan solo un par de cadenas montañosas, que son fácilmente atravesables.

Es más bien una gran península entrecortada con una gran densidad de población que a su vez tiene varias penínsulas de menor tamaño también con mucha gente habitándolas.

Bueno, esa gente durante mucho tiempo fue desarrollando diferentes historias y culturas y más tarde, cuando tuvo el poder suficiente se dedicó a expandirse en todas las direcciones que pudo y en lo posible apoderarse de muchos territorios, pueblos y ciudades en varias partes del mundo.

Cultural y políticamente Europa se fragmentó, se reconstituyó y volvió a fragmentarse una y otra vez formando hasta ahora una multitud de estados culturalmente identificables que lograron obtener y conservar su independencia y su lengua, luego de muchos esfuerzos y combates.

Durante los últimos siglos e incluso mucho antes, pero sobre todo desde el principio de siglo xX y de eso vamos a hablar esta fragmentación y realineación provocó numerosas guerras algunas de ellas muy sangrientas.

Digamos que desde principios del siglo XX en Europa hubo 20 guerras desde guerras civiles en un solo país donde generalmente hubo además involucramiento de fuerzas externas hasta guerras que incluyeron a varios países en destructivas alianzas militares que terminaron  con millones de muertes y muchísima destrucción.

Las primeras guerras europeas del siglo se dieron en los Balcanes, cuando varias provincias del imperio otomano coaligadas en la Liga de los Balcanes, Bulgaria, Montenegro, Grecia y Serbia enfrentaron al ejército de sultanato en 1912 y más tarde luego de haberlo derrotado se enfrentaron entre sí para distribuirse los territorios abandonados por los otomanos (1913).

Un año después estalló una guerra continental, una guerra generalizada en toda Europa, que también abarcó territorios coloniales que habían sido conquistados por algunos estados europeos en otras partes del mundo, esta guerra fue lo que se llamó la Primera Guerra Mundial o la Gran Guerra.

En esta guerra estaban casi todos los gobiernos. De un lado estaba el Imperio Austro-Hungaro, Alemania, el Imperio Otomano y Reino de Bulgaria y del otro una alianza de Francia, Reino Unido, Imperio Zarista Ruso e Italia. A esta última grupo luego se incorporaron los EEUU, Canadá, Japón, Australia, Bélgica y varios países más. Como se ve, prácticamente toda Europa estuvo inmersa en este gran conflicto con profundas consecuencias incluyendo la muerte  de 20 millones y otros tantos heridos y muchísima destrucción.

Como resultado de esta guerra la geografía política europea sufrió varias modificaciones con disolución de los imperios alemán, austrohúngaro, otomano y ruso y el advenimiento del régimen bolchevique en Rusia. En el transcurso de la guerra tuvieron lugar otras guerras locales como la persecución de griegos y armenios en Turquía y la rebelión irlandesa contra el Reino Unido de 1916.

Poco después de terminada la guerra estalló la guerra greco-turca en 1919-1922, la polaco-soviética en 1920 y la guerra colonial de Italia con Etiopía en 1935-36.

Desde 1936 a 1939 también se produjo una guerra civil en España con intervención de potencias extranjeras (Alemania e Italia) y un enfrentamiento bélico entre Finlandia y la Unión Soviética (1939).

En 1939 volvió a estallar una guerra general en casi toda Europa debido a la invasión de los países vecinos por Alemania con Italia como aliado y en el lejano oriente el apoyo y la iniciativa imperial de Japón.

A este eje germano-italo-nipón se enfrentaron los aliados constituidos por el Reino Unido, Unión Soviética, Estados Unidos, Francia y China. El eje de Alemania y sus socios estuvo apoyado por los reinos de Hungría, Rumania y Bulgaria, además de Albania, Eslovaquia, Croacia, Bohemia y Moravia, etc. Los aliados  por su parte involucraron a  Polonia, Checoeslovaquia, Noruega, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica, Canadá, y unos cuantos países más.

 Como resultado de esta guerra en 1945 las potencias del eje fueron derrotadas, murieron unas 70 a 80 millones de personas, hubo muchísima destrucción y cambiaron las fronteras políticas del continente. Desaparecieron antiguos países y cambiaron sustancialmente las fronteras, por ejemplo, Alemania perdió la Pomerania y Konigsberg, que fueron transferidos a Polonia y la URSS, respectivamente, apareció la Federación Yugoslava y Alemania Oriental, se constituyeron las  llamadas repúblicas populares y socialistas de Europa Oriental, como Rumania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, las repúblicas bálticas, etc.

En los siguientes años algunos países europeos siguieron con sus guerras coloniales, Reino Unido en la India y Kenia, Francia en Vietnam y Argelia y Portugal en Angola y Mozambique.

Del 1991 al 1999 se desencadenaron nuevas guerras en Yugoslavia, primero en Croacia, luego en Bosnia  finalmente en Kosovo. La federación se disolvió, se fragmento en varios pedazos. Donde había un estado ahora hay siete estados: Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia, Montenegro, Macedonia del Norte y Kosovo.

En esos mismos años varias guerras locales se desencadenaron en Georgia con Abjasia y Osetia del Sur, con apoyo de Rusia, y en el Cáucaso entre Armenia y Azerbaiján (1988-1994 y 2021).

Finalmente en 2022 se desencadenó la guerra que actualmente ocupa los titulares de los medios de prensa, el conflicto entre Rusia y Ucrania con motivo de la declaración de independencia de Luhansk y Donetsk y el cambio de régimen en Kiev de 2014.

En este conflicto se incorporaron indirectamente a través de sanciones y ayuda militar varios estados, en particular toda la Unión Europea, la OTAN, los EEUU y varios aliados, como Canadá, Australia, Japón, República de Corea.

La conclusión que en el continente europeo, extremadamente fragmentado desde el punto de vista político y cultural, hay una tendencia a resolver los conflictos por la vía armada.

Pasa el tiempo y esta tendencia parece continuar.

Cada vez resulta más difícil para las sociedades Europeas interpretar el profundo significado de la palabra paz, cada vez que aparecen intereses económicos o políticos contrapuestos o liderazgos personales ambiciosos, los europeos tienden a buscar soluciones por medio de la guerra.

Y ese triste comportamiento se mantiene.

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