domingo, 2 de enero de 2022

 El antiquísimo santuario de Göbekli Tepe


Göbekli Tepe es un antiguo santuario que se levanta en el punto más alto de una extensa cadena montañosa situada a unos 15 kilómetros al nordeste de la ciudad de Sanliurfa (antigua Urfa/Edesa), en el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. El lugar, que actualmente está siendo excavado por arqueólogos turcos y alemanes, fue levantado por comunidades humanas en el X milenio a. C. (entre 9600 y 8200 a. C.) . Sin que se sepa el motivo, todo este complejo de piedras, pilares y esculturas fue deliberadamente enterrado sobre el 8000 a. C., permaneciendo abandonado por espacio de 500 años. Juntamente con Nevali Cori, este yacimiento ha revolucionado la comprensión del Neolítico euroasiático. Contiene el complejo megalítico más antiguo que se conoce hasta hoy, construido seis mil años antes que el monumento de Stonehenge. ​ Se le considera el templo o santuario más antiguo del mundo, ​ donde pudo nacer «la conciencia de lo sagrado» que dio paso a «la chispa de la civilización».​

Cuando un equipo estadounidense-turco localizó el asentamiento por primera vez, consideraron que los trabajos de los pilares eran tan complejos que debería tratarse de un cementerio medieval abandonado, y por tanto, no guardaba ningún interés prehistórico, descartándose el proyecto. Posteriormente, el arqueólogo alemán Klaus Schmidt, a mediados de los años 90 del siglo pasado, observó varios detalles que otros dejaron pasar, por lo que organizó y lideró un equipo de arqueólogos para analizar al detalle estas enigmáticas estructuras.

Las prospecciones geofísicas en Göbekli Tepe han mostrado que el yacimiento ocupaba 90.000 metros cuadrados de extensión, y que aún quedan sepultados otros quince recintos. Por tanto, podría ser hasta treinta veces más grande que el propio Stonehenge. Al parecer, alguno de los recintos serían más antiguos que los cuatro excavados hasta la fecha, remontándose a finales de la última glaciación, hasta hace unos 15.000 años: 5.000 años anteriores a las primeras evidencias de agricultura. Y todo ello bajo unas condiciones climáticas bastante intempestivas.

Los misterios de Göbekli Tepe

Mal traducido por algunos como “el ombligo del mundo”, esta colina panzuda, tal y como se traduce literalmente, ha desafiado todo lo que creíamos saber sobre la historia del ser humano: si afirmamos que el clima se modificó en torno al 9000/8000 a. C., mejorando las condiciones para que el ser humano se asentara en ciudades, ¿cómo es posible que nos encontremos con este templo datado, como mínimo, en el 10.000 a. C.?

Un poco de historia

Cuando un equipo estadounidense-turco localizó el asentamiento por primera vez, consideraron que los trabajos de los pilares eran tan complejos que debería tratarse de un cementerio medieval abandonado, y por tanto, no guardaba ningún interés prehistórico, descartándose el proyecto. Posteriormente, el arqueólogo alemán Klaus Schmidt, a mediados de los años 90 del siglo pasado, observó varios detalles que otros dejaron pasar, por lo que organizó y lideró un equipo de arqueólogos para analizar al detalle estas enigmáticas estructuras.

Las prospecciones geofísicas en Göbekli Tepe han mostrado que el yacimiento ocupaba 90.000 metros cuadrados de extensión, y que aún quedan sepultados otros quince recintos. Por tanto, podría ser hasta treinta veces más grande que el propio Stonehenge. Al parecer, alguno de los recintos serían más antiguos que los cuatro excavados hasta la fecha, remontándose a finales de la última glaciación, hasta hace unos 15.000 años: 5.000 años anteriores a las primeras evidencias de agricultura. Y todo ello bajo unas condiciones climáticas bastante intempestivas.

Entonces, habría que presuponer que la civilización que pocos años antes estaba viviendo en cuevas, en un periodo corto de tiempo pasó a construir estas grandes edificaciones, trabajar la cantera, esculpir la piedra, etc.

“El proceso es mucho más emocionante de lo que esperábamos. Sobre todo porque Göbekli Tepe pertenece al mundo anterior a las sociedades agrícolas. Es decir, no es todavía el comienzo del Neolítico. Tuvo un uso ininterrumpido de más de mil años, pero hubo un colapso en su desarrollo según pasaban los siglos. Las estructuras realmente monumentales se encuentran en los estratos más antiguos, de modo que en los más modernos se hacen más pequeñas y se aprecia un significativo declive en la calidad”, comentaba Schmidt acerca de su investigación.

En 2018, el sitio fue designado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

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