martes, 19 de mayo de 2020

Artigas, jefe de indios
En algo tenían razón los detractores de Artigas que lo acusaban de ser “un jefe de indios”. 
Si, así era, Artigas era en realidad un «jefe de indios». Por primera vez en la historia, los «indios bravos» (charrúas y minuanes) se incorporaron a un movimiento multiétnico conducido por un criollo. 
Ya en 1811 se observó esta integración espontánea de charrúas, minuanes, guaraníes cimarrones, afrocriollos y gauchos a la lucha emancipadora. Dicha integración masiva y espontánea aparece registrada en varios documentos de la época.
A fines de diciembre de 1811, Artigas le escribió al gobierno de Buenos Aires explicándole porque se decidió atacar a los portugueses en Belén con la participación de un fuerte contingente charrúa: «... mis sospechas pasaron a realidades.... Los robos se cometían a millones y sus crueldades... (de los portugueses)... llegaron al extremo de
dar tormento a algunos americanos que cayeron en sus manos, asesinando también a otros.... Yo me decidí y el 18 del corriente... (diciembre)... hice marchar una división de esta arma compuesta de 500 hombres, a la que uni 452 indios al mando todos del capitán de blandengues don Manuel Pinto Carneiro, en dirección de Belén en cuyas cercanías se hallaba una columna portuguesa de 300 hombres bajo las órdenes del sargento mayor Manoel dos Santos. Vera V.S. que la acción no fue tan completa como debió serlo porque la posición del enemigo, unida a la falta de caballos por parte nuestra, facilitó su fuga.
Señor excelentísimo, esto ha sido inevitable. Las armas de la patria se vieron precisadas a atacarlos.» Reflexionamos con Maggi: «Qué interés, qué sentimiento, qué esperanza, qué extraña adhesión motiva a las tribus infieles para  resentarse así, de inmediato, espontáneamente, para entrar en una guerra que no entienden? No hay un solo ejemplo en toda la revolución americana.... los charrúas vienen a pelear a favor de un amigo que los llama.». Poco más de tres meses después, el 9 de abril de 1812, el comandante portugués José Pereira de Fonseca comunicaba al comandante general de las tropas portuguesas ocupantes de la Banda Oriental que los rebeldes (revolucionarios artiguistas) habían formado un «quilombo en el Rincón de Tres Arboles, con número de 500 hombres, a excepción de 600 indios que dicen tener en el mismo quilombo» desde donde expedían partidas para tomar, quemar y robar la «Villa de Serro
Largo» (que los Españoles llamaban Melo) en ese momento ocupada por los portugueses. Es de hacer notar que los «500 hombres» se refieren a «gauchos» y que por supuesto también incluye mayoría de «indios» (más o menos cristianizados). En cambio, la expresión «indios» es utilizada aquí para referirse a los»indios infieles» o sea «charrúas
o minuanes» La población total de dicho quilombo incluyendo mujeres, niños y viejos debió haber sido tres veces mayor, algo más de 3,000 personas, de los cuales cerca de 2,000 eran "indios bravos".
Es así que en pleno exilio de Artigas en el Norte, habían (por lo menos) 452 guerreros charrúas enfrentando a los portugueses en Belén y otros 600 acosando al enemigo en Cerro Largo. Más de 1,000 guerreros en ambos sitios. Si agregamos sus familias estamos hablando de 3,500 personas de la Nación Charrúa y aliados que permanecieron en esta Banda defendiendo la causa de los pueblos. A ello
hay que agregar otros grupos y familias que podían estar refugiadas en otras partes del país. Esto quiere decir que por el año 1811 todavía habían unos 5,000 charrúas y minuanes diseminados en las pampas del sur. Su número habría de disminuir  sensiblemente como consecuencia de las guerras. La derrota de Artigas fue también el principio de la gran derrota de la Nación Charrúa.
Reproducido de  "Los pueblos del jaguar", Danilo Antón, Piriguazú Ediciones

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