lunes, 10 de diciembre de 2018


Utopia, el lugar que no esta en ninguna parte, en realidad existe...

En otros sitios se habla del bien público, pero se atiende más al particular. En Utopia, en cambio, como no existe nada privado, se mira únicamente a la comunidad.
Tomas Moro, Utopia, 1518

Utopia, el lugar que no esta en ninguna parte, en realidad existe...
Es un sitio donde las aguas corren libres, el aire es limpido y el cielo luminoso. Donde las lluvias riegan selvas y praderas; y donde ciervos, tucanes y jaguares cumplen sus ciclos de vida al ritmo de los años y los soles.
Allí viven mujeres y hombres, niños y ancianos, seres que saben quienes son desde el principio de la vida. Hay miles y millones de ellos, en todos los tiempos y lugares, caminando por la Tierra, divagando en las nieblas de los bosques, o resplandeciendo en la luz de las estrellas. Son mujeres y hombres que se sienten hermanos de las plantas y animales, que dialogan en suelos con seres y visiones más allá del espacio. No poseen la tierra, ni desean poseerla porque ellos son la tierra. Saben que los mayores tesoros no se pueden guardar, ni llevar al otro lado de la muerte.
Utopía en realidad existe.
Es un mundo de colores, de perfumes y melodías de pájaros y flautas. Un mundo de canoas y de remos, de penachos con plumas, de cabellos al viento y caras pintadas. En Utopía todos tienen derecho a ser, a crear, a pensar, a sonar, a decir, a correr, a volar. Es un mundo generoso y vivo, frugal en la abundancia, sin barreras ni limites prohibidos. Es un lugar de gente que se quiere y respeta, de ayeres y mañanas, de calma y dignidad, de sabiduría y magia, de almas y cuerpos, de vivos y muertos.
Utopia en realidad existe.
Utopia es Amerrique.
Del libro "Amerrique, los huèrfanos del Paraiso",  D.Antón, Piriguazú Ediicones

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