Brutalidad y muerte en la conquista del país maya
El pueblo maya, habitante ancestral de las montañas
de
Guatemala y de las llanuras de Yucatán, había logrado altos niveles tecnológicos
y sociales. Una agricultura diversificada, ciudades planificadas, grandes
pirámides, un alfabeto complejo, conocimientos astronómicos sofisticados y
sistemas de irrigación eficaces. Los avatares de la historia los había golpeado
muchas veces y siempre habían logrado rehacer sus vidas.
La ciudad de Tikal fue
destruida por razones que ignoramos y permaneció silenciosa por varios siglos.
Durante ese tiempo brotaron muchos otros núcleos urbanos en otras partes. Los
volcanes tronaban y descargaban sus lavas y escorias sobre aldeas y poblados,
matando gente y destruyendo casas y sembrados. Cuando así sucedía había que
enterrar a los muertos y, a veces, mudarse a otros lugares.
La historia estaba llena de dificultades y asperezas.
Los mayas lo sabían. Estaba registrado en sus documentos ancestrales. Pero nada
los había preparado para lo que cayó sobre sus pueblos que a partir de aquel
año veinticinco, que los cristianos de Europa llamaban 1517. La viruela, una
enfermedad desconocida para ellos, se extendió como el fuego en las hojeas
secas, matando a la mayoría de la gente. Reyes, sacerdotisas y guerreros
cayeron por igual bajo la lúgubre loza de la peste. Varios años de desgracias
so sucedieron. Parecía que ya no habría más infortunios, que el rnal tiempo
habría de pasar. Pero no fue así. Apenas siete años después del comienzo de la
gran mortandad (1524) se hizo presente otra peste, más mortífera que la
viruela.
Apareció don Pedro Alvarado, Adelantado del Rey de España
que llegaba con 135 caballeros, cientos de soldados mercenarios y una ambición
por riquezas y poder que no tenía límites.
Los indígenas le llamaban Tunatiuh (el amarillo, por su cabello rubio). Alvarado tenía antecedentes tétricos. Había sido responsable de innumerables muertes en. Tenochtitlán y en su camino había sembrado terror y desolación. Los mayas quiché, que sospechaban de las intenciones de los extranjeros, los enfrentaron en el valle de Quetzaltenango.
Los indígenas le llamaban Tunatiuh (el amarillo, por su cabello rubio). Alvarado tenía antecedentes tétricos. Había sido responsable de innumerables muertes en. Tenochtitlán y en su camino había sembrado terror y desolación. Los mayas quiché, que sospechaban de las intenciones de los extranjeros, los enfrentaron en el valle de Quetzaltenango.
El ejército quiché estaba compuesto por10,000
guerreros, pero no pudo contrarrestar la superioridad de armamentos de los
españoles. La batalla terminó con su derrota total.
Los mayas sufrieron miles de bajas. Después de la
batalla los reyes quiché se vieron obligados a invitar al jefe español a su
capital: Gaumarcoah. Alvarado retribuyó en forma poco habitual la invitación
quemando vivos a sus anfitriornes« En una carta a Cortés le informó:
"Quemé a los señores vivos, y ordené que la ciudad fuera quemada y
derrumbada hasta sus cimientos".
Hay una descripción de la matanza en una crónica
cakchikel (los cakchikel eran enemigos de los quiché): “En la ciudad de Gumarcaah, (los españoles) fueron recibidos por...el Ahpop y el Ahpop Qamahay y los quichés le
pagaron tributo. Pero inmediatamente fueron torturados por Tunatiuh
(sobrenombre indígena de Alvarado". “En
el día Cuatro Lagarto... (9 de marzo de 1524) ...el Ahpop y el Ahpop Quamahay fueron quemados por Tunatiuh. El
corazón de Tunatiuh no tenía compasión”.. Un documento quiché, escrito un
siglo después de la matanza,„ daba una versión mitológica de los
acontecimientos: "Los Españoles comenzaron a pelear con 10,000 nativos que
este capitán Tecum trajo con él...Pelearon por tres horas y los Españoles mataron
muchos Indios. Los muertos eran incontables. Luego el Capitán Tecum se lanzó al
aire, pues se había transformado en un águila, cubierta con plumas de quetzal
que le crecieron de adentro, no eran falsas. Tenía alas que le brotaban del
cuerpo y usaba tres coronas, una de oro, otra de perlas y otra de diamantes y
esmeraldas. El capitán...trató de matar a (Alvarado) que venía a caballo... y
cortó la cabeza del caballo de un lanzazo... pero entonces el Adelantado
...atravesó al Capitán Tecum en el medio. Luego... llamó a sus soldados para
ver la belleza del. Indio de Quetzal. Y dijo a sus soldados que nunca había
visto un In-dio tan elegante, señorial... envuelto en hermosas plumas de
quetzal, ni en México, ni en Tlaxcala, ni en ninguna parte... Y por eso...
(hizo llamar a la ciudad) ...Quetzaltenango (la Ciudadela del Quetzal)',28. Una
vez que derrotó a los quichés, Alvarado se dirigió a la capital del reino
cakchikel, Iximché, donde llegó en abril de 1525. Los cakchikel lo recibieron
hospitalariamente. Los españoles se establecieron en la ciudad y, a partir de
la misma, organizaron la conquista del país tzutuhi sobre el lago Atitlán y de
Cuzcatlán (hoy El Salvador). Cuando hubo asegurado el control de todas las
naciones de los alrededores decidió dedicar las energías represivas a sus
propios aliados cakchikeles. En el día Diez Flor (23 de julio de 1524) regresó
de Cuzcatlán... pidió una de las hijas del Rey y los señores se la dieron.
Luego pidió a los reyes que le dieran oro. Quería que
le dieran pilas de este metal, sus joyas y coronas. Y como no lo trajeron inmediatamente,
Tunatiuh se enojó con los reyes y dijo: "¿Porque no me han traído el
metal? Si no me traen toda la riqueza... los quemaré y colgaré."
Luego los
sentenció a pagar mil doscientos pesos de oro. Los reyes trataron que lo
redujera, pero... les dijo "Consigan el metal y tráiganlo en cinco días.
¡Y cuídense de no traerlo!...".29 La situación se fue haciendo
insostenible. En setiembre de 1525 los habitantes de Iximché escaparon a las
montañas y comenzó la guerra. Los cakchikels, que habían sido aliados de los
españoles, conocían los armamentos europeos y en particular la caballería.
Evitaron los enfrentamientos en las zonas llanas y en el campo abierto, cavaron
fosos con estacas afiladas para que cayeran los caballos y tendieron
emboscadas. La lucha duró cinco años. Lentamente el hambre y las enfermedades
comenzaron a hacer estragos debilitando la resistencia rebelde. Al fin, el 10
de mayo de 1530, los reyes cakchikel se rindieron, entregándose en Panchoy,
lugar donde Alvarado estaba construyendo la nueva ciudad de Guatemala. Las
represalias de Alvarado fueron brutales. Así lo relata el cronista cakchikel
Hernández Xahil: Durante ese año (1530-1531) se impusieron terribles tributos.
Se pagó oro como tributo a Tunatiuh; teníamos que darle cuatrocientos hombres y
mujeres para ir a batear oro. Toda la gente extraía oro. (También)
cuatrocientos hombres y mujeres fueron enviadas para trabajar en Pangan, a las
órdenes de Tunatiuh para construir la ciudad del Señor. Todas esas cosas, todo
eso, vimos, ¡oh mis hijos! En el segundo mes del tercer año que había pasado
desde que se rindieron los señores, el Rey Belehé Qat murió; murió en el día
Siete Ciervo (26 de septiembre de 1532) mientras bateaba oro. Después de la
muerte del rey, Tunatiuh (nombró un sucesor). El Señor Don Jorge fue instalado
en el cargo solo por la orden de Tunatiuh. No hubo una elección de la comunidad
para nombrarlo." El resultado de la conquista española de los países quiché
y cakchikel fue dramático. De los ocho reyes que son mencionados por las
crónicas, cinco murieron de viruela, dos fueron quemados vivos y el octavo fue
obligado a trabajar hasta su muerte.
Alvarado continuó destruyendo, robando y esclavizando
por muchos años. Hizo tantos esclavos que el precio de un esclavo (indio) en
Guatemala pasó a ser un vigésimo de su valor en la ciudad de México. Durante
los siguientes años los españoles prosiguieron su tarea represiva y de dominio,
quemando reyes y caciques y explotando hasta la muerte al resto de la gente. En
mayo de 1540 colgaron al Ahpo Zotzil y a Quiyavit Caok. Algunos meses después
hicieron matar a Chuuy Tziquinú, Señor de la ciudad, porque estaban de mal
humor. Finalmente, el 18 de marzo de 1841, los Señores Chicbal y Nimabah
Quehchun fueron colgados juntos por orden de Alvarado. El terror que creó el
siniestro adelantado español no cesó hasta su muerte, ocurrida por un accidente
al caérsele un caballo encima. Su mujer española lo sucedió en el cargo de
gobernador de Guatemala. Fue en ese mismo momento que el volcán Hunahpu entró
en erupción. Seiscientos españoles fueron enterrados vivos por el lodo que
descendió desde la cima. Entre ellos estaba la Señora de Alvarado, Gobernadora
de Guatemala. Con la muerte de Alvarado terminó la primera parte de la
pesadilla histórica de las naciones mayas. Durante los próximos siglos los
pueblos de Guatemala, Chiapas y Yucatán se habrían de rebelar de muchas formas.
Abiertamente, escondiéndose en las selvas y montañas, organizando nuevas o
antiguas religiones o simplemente quitándose la vida.
Del libro "Amerrique, los huérfanos del paraiso", D.Antón, Piriguazú Ediciones
Del libro "Amerrique, los huérfanos del paraiso", D.Antón, Piriguazú Ediciones
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